MANTENTE AL DÍA

HA SIDO UNA EXPERIENCIA MARAVILLOSA Y UN ENORME PLACER CONOCER Y VIVIR LANJARÓN JUNTOS ¡GRACIAS! ...¡¡¡FELICES VACACIONES!!!

LPROF2013 "Cuaderno de Bitácora"

EXORDIO

Hemos de advertirte que en este momento estás leyendo un cuaderno especial, el Cuaderno Bitácora del submarino LPROF2013, donde podrás tú también describir las experiencias (aventuras inventadas o reales) que te hayan ocurrido o que se te hayan ocurrido.

Se trata de un espacio virtual en el que podrás dar rienda suelta a tu imaginación y demostrar las posibilidades de tu creatividad literaria contando alguna historia que a tod@s entretenga, enseñe o anime e, incluso, comentar qué te han parecido los textos de tus compañer@s. Por supuesto, puedes incluir ilustraciones. Claro está que debes cuidar tu ortografía y expresar siempre tus ideas con respeto.

¡Anímate y lánzate a este océano de palabras que aguarda expectante tu zambullida!

¡AL FIN ZARPAMOS!

Los días previos a la partida (como las jornadas prenupciales) siempre suscitan un revuelo de mariposas en las tripas, un resquemor, un pellizco, un nudo en la garganta, cierto desasosiego que asciende por el vientre hasta el pecho y, a menudo, conduce a cuadros de ilusiones patéticas, obsesionadas por la ansiedad de la víspera, o a irritantes confrontaciones, consecuencias de ese estrés.
Un observador sagaz percibiría que los abrazos y los gestos de las más o menos “afectuosas” despedidas rezumaban un ligero trastorno generalizado, aparentemente oculto, sólo perceptible tras mínimos detalles que se micromanifestaban sobre todo en los rostros: se derrama una duda interior, parpadean los efectos de la distancia, se esboza un rictus de angustia pasajera, aflora la críptica incertidumbre de las expectativas, asaltan los interrogantes sobre mi rol en el conjunto o la calidad de las respuestas a tenor de los distintos niveles de compromiso… A la postre, creo, tod@s deseamos que el tiempo raudo corra y se produzca de una vez la consumación del irse.
En una ceremonia nada protocolaria, entre claveles y fotografías de boda, recordamos la imprescindible manifestación del apoyo familiar para el buen fin del periplo. Su colaboración facilitará a los psiconautas el autocontrol, que pretende, en primer lugar, alcanzar la responsabilidad concreta en pos del desarrollo de competencias y, por otra parte, optimizar la cooperación –respeto y generosidad- de la tripulación, allá lejos, en el piélago, donde las condiciones pueden tornarse adversas. De los valores y de las actuaciones individuales ante posibles problemas psicológicos, derivados del estar confinados tantos en tan exiguo espacio o bajo la inmensa presión de situaciones de emergencia, depende el bienestar, la supervivencia del grupo o, por el contrario, convertirnos en otro pecio de titanio, tumba submarina sobre el lecho de arena.

LA MISIÓN

Buenas a todas y todos, mariner@s de agua dulce, la parentela y la compaña.
Como estáis comprobando, hemos sustituido la gota por la máscara, el socio-científico Cuaderno de Campo de “En torno al entorno” por este esperpéntico Cuaderno de Bitácora, que no supone o significa astrolabio, ni sextante, ni siquiera la bendita brújula; meramente, un caleidoscopio de subjetividades objetivas, donde os invitamos a la reflexión y a la expresión, a incluir fabulados comentarios y sugerencias.
En efecto, compañía, nos echamos a la mar.
El submarino nuclear LPROF2013, auspiciado por la Consejería correspondiente de nuestra Comunidad Autónoma (Corona de España, U.E.), fue botado el 9 de marzo a las 10 horas. Ha iniciado su singladura desde el puerto de Palos de las Tijeras, a través del Estrecho, rumbo hacia el océano de las tormentas perfectas y los remolinos gigantes, cuyos ávidos vórtices nunca tienen bastante (Atlántico de fumarolas subacuáticas, turbias explosiones y atunes rojos; de tsunamis volcánicos, monstruos legendarios y antiguos abismos del fin del mundo). No obstante, hasta la presente, navega sin novedad, según los planes previstos. Su objetivo, la investigación (circunscrita al ámbito histórico-onírico-artístico andaluz) y la mejora en la comunicación de lo investigado. Atrás quedó la dársena y el más azul de los mares, el nuestro. Hoy afrontamos futuro con optimismo y serenidad. Nuestra mejor virtud, la esperanza.
Aunque no toda la tripulación conoce aún las órdenes y las coordenadas de nuestra misión, estoy convencido de que cuantos embarcamos juntos en este viaje tenemos claro un par de cosas:
1) El oportuno cumplimiento de nuestro papel determinará el destino colectivo y
2) Hemos de asumir nuestro sentido-propósito como una cuestión vital, con la precisión que requieren las maniobras que acometeremos en tamañas profundidades y “semejantes” latitudes.
Quizá para ahuyentar los fantasmas del naufragio o por pura necesidad, confían ciegamente los unos en las otras y viceversa y, cómo no, en la tecnología de la nave.
Quizá, algo loc@s, intentan la aventura de adentrarse bajo la piel salada de la oscuridad.
Quizá, tripulación, parientes, vecinos, un pelín de suerte no vendría mal en esta travesía transoceánica, máxime si tenemos en cuenta que no contamos con la protección de Poseidón ni Zeus ni otros dioses del Olimpo ultramarino. Habremos de apañarnos con la sabiduría, estratégica y oleica, de Atenea.

SILENCIO

16 de marzo. La palabra cuya magia esta madrugada hipnotiza las olas, las noctilucas y las estrellas es “silencio”. ¡Inmersión! –anunciaban los megáfonos de a bordo. Para evitar ser detectados por navíos hostiles recibimos la consigna de navegación silenciosa a quinientas brazas. Llenamos el lastre de los tanques de proa, inclinamos el morro y descendimos. Ya en los negros dominios abisales, nivelados, activado el sónar, aprendimos que para escuchar hay que guardar silencio. Guardarlo como un tesoro, el baúl enterrado por un filibustero astuto y previsor, que valía por dos. Custodiar la antítesis de las algarabías como se conserva en la hornacina del mihrab el libro sagrado de los musulmanes o en los templos católicos el divino contenido del sagrario. Cuidarlo y salvaguardarlo como la salud del coral.
Mil leguas después resquebrajamos fundiendo la banquisa y emergemos en aguas tranquilas y frías. Más tarde, al fondear en una cala de un islote deshabitado, abrimos la escotilla y subimos a cubierta. Con la brisa matutina por antifaz, incluso los que no callan ni debajo agua, escuchamos extasiados los acordes del silencio. Amanece, suspiran los corazones inflamados. El aire de la intemperie, la luz, inefables dones para los mortales enclaustrados dentro de una máquina-caverna ambulante. Gozo blanco, bandas, cantos verdes que mecen y acunan. Las sirenas permanecen invisibles.
Gracias al desempeño cotidiano de nuestros quehaceres aprendimos que podemos hacer y decir muchas cosas de muchas formas. Sin embargo, nuestro discernimiento no alberga quimeras: entre herir o curar, escupir o besar, golpear o acariciar, entre embaucar con imposturas a alelados de una secta o liderar un equipo de buceo, elige la caricia y la verdad frente al arponazo trapero, el batir unido de aletas por entre los arrecifes, cuando menos mientras reste un poco de este oxígeno que respira compañerismo.

LA AVENTURA CADA UNO LA PROCURA

Casi 20.000 leguas después, cerca del archipiélago de los proscenios, aprendimos que, como en Carnaval, podemos otear el horizonte de nuestros sueños a través del periscopio y avistar albatros o gaviotas que auguren halagüeños o malhadados porvenires, podemos escoger una ruta atendiendo a los datos de las cartas de navegación, acompañar a las ballenas grises e inventar, si nos mola, una ciudad submarina, llámala… Nos han autorizado torpedear por un rato nuestra identidad y sumergirnos entre los gustos y disgustos de un personaje encarnado.
Cuando bordeamos el cabo de Hornos comprendimos que “autogestión” tiene que ver cero con la gestión del auto. Todavía menos con la cremación del principio de autoridad que demanda cualquier nave y, menos aún, con hacer cada un@ lo que le plazca en el momento que apetezca, sino con el autoabastecimiento energético, la emancipación y la solidaridad, con dar de sí lo mejor de cada cual, de manera autónoma, en función de las exigencias de las contingencias, el sentido-bien común y, por supuesto, la misión.
Antes de la escala obligada por las estaciones de Pasión (S. S.), allende los camarotes del LPROF2013 bulló una alegría de sombras chinescas que, milenarias, danzaban al compás de percusión hindú, conformando figuras digitales. Arte en blanco y negro, juego de creatividad proyectada, honor de los exploradores que enarbolan la bandera de la libertad.

Comandante Yors

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